¿Te ha pasado que te gana la emoción al comprar productos para agregarlos a tu rutina de skincare y al final no sabes bien en qué orden debes usarlos? Si te identificas con esta situación, no te preocupes, el layering es la solución y en este artículo te diremos qué es y cómo influye directamente en el éxito o fracaso de tu ritual de cuidado facial.
Sigue leyendo para tener toda la información que necesitas sobre esta técnica, por qué deberías tomarla en cuenta, cuáles son los pasos y cómo puede saber si la estás haciendo bien o no.
Layering es el proceso que determina cómo y en qué orden puedes usar cada uno de los productos de skincare que formen parte de tu rutina, de tal manera que sus ingredientes activos no dañen tu piel. Esto porque, de acuerdo a su fórmula, hay algunos productos que no pueden usarse seguidos de otros.
El orden en el layering es importante porque cuando lo sigues correctamente, le permites a tu piel absorber mejor los productos y aprovechar al máximo todas sus propiedades. Esto es porque hay ingredientes que van muy bien cuando se combinan, por ejemplo la niacinamida y la vitamina C; o productos que funcionan mejor si los usas siguiendo un orden específico, como en el caso del suero antioxidante antes del protector solar.
Sin embargo, también hay productos con fórmulas que pueden reaccionar cuando se aplican juntas. En este caso, la regla de oro para determinar el orden es: ir de lo más ligero a lo más pesado.
Si bien el orden que te vamos a compartir a continuación es el recomendado en la técnica del layering, no necesariamente tienes que seguirlos todos para tener una piel saludable y brillante. Esta es la base y tú puedes cambiar, agregar o quitar productos de acuerdo a tu tipo de piel y las necesidades que tengas. Lo que sí es importante es cuidar la secuencia básica de manera general y, sobre eso, ir personalizando la técnica.
Puedes usar un limpiador a base de aceite más espeso durante la noche como parte de la limpieza doble, para eliminar el maquillaje, el protector solar y los contaminantes.
Los limpiadores ligeros a base de agua se pueden usar por la mañana para refrescar la piel después del sueño, o como un paso en tu rutina de limpieza nocturna, para eliminar cualquier exceso de grasa que haya dejado el aceite en el paso anterior.
Usar una mascarilla facial o un exfoliante en este momento del layering ayuda a mantener los poros de tu piel limpios y libres de grasa que puedan obstruirlos causando puntos negros, espinillas o acné. Puedes aplicar estos productos por la mañana antes del protector solar o, mejor aún, por la noche para que los ingredientes se absorban mejor. Si usas una mascarilla iluminante o exfoliante, definitivamente es mejor por la noche.
Explora todas las mascarillas faciales
El tónico se usa generalmente en la noche y, dependiendo del tipo que sea, puede ayudarte a preparar la piel para que absorba mejor los siguientes productos.
La esencia es una versión más liviana del suero y también menos potente. Es una buena opción para el layering si tu piel es sensible y necesitas tratamiento para alguna necesidad en particular, pero de forma más suave. La mayoría de estos productos no tienen altas concentraciones de ingredientes activos y han sido creados para darle a la piel un boost de hidratación.
Dependiendo del suero que tu piel necesite, puedes usarlo en la mañana o en la noche. Por ejemplo, si tu rutina incluye un suero de vitamina C, debes usarlo en la mañana y si tienes un tratamiento con retinol, es mejor aplicarlo por la tarde o noche.
Este paso es vital a partir de los 20 años. La recomendación es aplicar una crema especial para los ojos dos veces al día o, al menos, todas las noches. Para obtener los mejores resultados posibles, la consistencia aquí es la clave.
La crema hidratante es básica en el layering y no debe faltar en tu rutina por la mañana y por la noche. Elige la que mejor le vaya a tu tipo de piel y aplícala sobre tu cara según las instrucciones del empaque.
Explora todas las cremas hidratantes
En dosis pequeñas, el aceite facial te ayudará a tener una piel radiante. Úsalo en las áreas secas de tu cara justo después de la crema hidratante o en todo el rostro para retener la humedad. La regla general es que los aceites pueden atravesar los productos humectantes, pero no al revés.
El bloqueador solar siempre debe ser el último paso en el layering en la mañana. Sin importar la cantidad de productos que incluyas, es esencial que tu piel quede bien protegida contra el daño que pueden causar los rayos UV del sol. Reaplícalo durante el día las veces que sean necesarias.
Por lo general, basta con esperar algunos segundos o hasta dos minutos, dependiendo del producto; por ejemplo, en el caso del ácido hialurónico, la recomendación es usarlo e inmediatamente después aplicar la crema humectante porque este producto tiende a resecar la piel. Y así con cada producto, la regla es esperar hasta que un producto se absorba completamente antes de aplicar el siguiente.
Este tiempo recomendado de espera hará que cada producto selle bien e impedirá que queden residuos que puedan interferir con tu maquillaje.
En cuanto a la cantidad de productos que puedes usar en el layering no hay una pauta general para funcione para todas las personas; para determinarla toma en cuenta los siguientes factores:
Si al estar haciendo layering tu piel presenta alguna complicación, es posible que no lo estés haciendo bien o que los productos que estás usando no tengan los mejores ingredientes para tu piel. Ante la aparición de cualquiera de las siguientes señales, detente y revisa tu rutina completa:
Esto pasa cuando utilizas más productos de los que tu piel necesita realmente y puede absorberse sanamente.
La piel se empieza a poner roja cuando las capas del layering contienen demasiados ingredientes activos y afectan la barrera de protección de la piel.
Esta puede ser una señal de que estás usando demasiado producto o no esperaste lo suficiente para que tu piel lo absorbiera antes de aplicar el siguiente.
Cuando el orden del layering no es el correcto, los productos pueden tener el efecto contrario sobre tu piel y causar puntos negros o brotes de acné.
También puede suceder que estés usando algún producto que tu piel no pueda tolerar o que incluso le genere alguna alergia. En este caso, deja de usarlo inmediatamente y acude con un profesional.
En resumen, el layering puede ayudarte a darle a tu piel exactamente lo que necesita y en el orden que lo necesita para mantenerse sana y brillante.
Conocer a fondo tu tipo de piel y sus características particulares, también es básico para decidir cuántos pasos vas a incluir en tu rutina. Toma en cuenta las recomendaciones generales que te hemos compartido para evitar mezclar ingredientes o usarlos incorrectamente y que eso cause molestias en tu piel.