Llegó la hora de tu rutina de belleza, ese momento del día que es solo para ti, para cuidarte y sentirte bien. Como parte de este ritual, es posible que ya estés usando mascarillas faciales y te guste el efecto que tienen sobre tu piel.
Ahora imagínate si te aseguras de estar usando la mascarilla exacta para que ese efecto sea cada vez mayor y tu cara se vea radiante. En este artículo hablaremos de los distintos tipos de mascarillas que puedes usar, cuáles son sus ventajas de acuerdo al tipo de piel que tengas, cómo puedes elegir la mejor para ti, con qué frecuencia usarla, qué pasos debes seguir y en qué momento del día es mejor aplicarla.
Las mascarillas faciales son una excelente manera de complementar y nutrir tu rutina de skincare porque normalmente tienen una mayor concentración de los ingredientes activos que otros productos de cuidado facial como los serums y las cremas.
Dependiendo del tipo de mascarilla que elijas, la ventaja es que sus ingredientes penetran en la piel en poco tiempo humectando y creando sobre ella una película para hidratar, secar o exfoliar. Además de que te harán sentir bien desde la primera vez que las uses porque también son una gran forma de relajarte mientras cuidas de tu piel.
Las mascarillas faciales vienen en diferentes formas, veamos cuáles son los tipos más comunes:
Las mascarillas que son en crema ayudan a hidratar la piel reponiendo las células muertas. Un efecto similar tienen las que son en gel, ya que hidratan y refrescan tu cara al mismo tiempo. Puedes usarlas y dejarlas actuar durante toda la noche, o bien aplicarlas en tu cara y después enjuagarlas. Este tipo de mascarilla facial le hace mucho bien a cualquier tipo de piel, pero en especial es buena para pieles secas, sensibles o dañadas por el sol.
Las sheet masks están hechas regularmente de celulosa y han sido impregnadas con ciertos ingredientes activos según el propósito que tenga la mascarilla. Al ponértela sobre la cara, su mezcla de ingredientes penetra la piel para lograr el efecto deseado.
Todos los tipos de piel pueden usar sheet masks, pero es importante leer la etiqueta para elegir la más adecuada para ti y seguir puntualmente las instrucciones del empaque.
Las peel-off masks son mascarillas faciales impregnadas de un gel que se aplica sobre la cara hasta cubrirla completamente para luego dejarla secar y que adquiera una consistencia similar a una delgada película antes de despegarla.
Conforme se va despegando, la mascarilla se lleva la suciedad y otras impurezas que pueden tapar los poros de la piel. Estas mascarillas favorecen más a pieles mixtas, sensibles y apagadas.
Estas mascarillas destacan por su consistencia espesa y por tener un color verde, café o gris. Son preferidas por sus propiedades desintoxicantes para extraer la grasa y la suciedad de los poros de la piel. Gracias a ese efecto purificante, estas mascarillas faciales ayudan más a las pieles con tendencia acnéica, grasas o mixtas. Regularmente hay que dejarlas actuar por 5 a 20 minutos y después enjuagarlas.
Las mascarillas en polvo tienen los mismos beneficios que las mascarillas que están preparadas y ‘listas para usar’. La diferencia es que están deshidratadas y debes activarlas agregándoles agua (como el Agua Ozonizada de Balmoria) o un suero especial antes de aplicarlas en tu cara.
Las principales ventajas de las mascarillas en polvo son que conservan mejor los ingredientes para el cuidado de la piel, tienen una vida útil más larga (incluso si se exponen al aire después de abrirlas, no pierden eficacia tan rápido) y se puede usar la cantidad que quieras en cada aplicación.
Siempre hay una mascarilla que puede tratar las necesidades específicas de tu piel:
Úsalas 1 o 2 veces por semana, o según lo necesite tu piel si es extra seca. Asegúrate de que la mascarilla que elijas tenga ingredientes hidratantes como el ácido hialurónico o, si buscas ingredientes de origen botánico, busca las que tengan agave, sábila o grosella; como la Mascarilla Probióticos de AgaveSpa que contiene prebióticos, ácido hialurónico y extracto de agave.
Se recomienda usarlas máximo 1 vez a la semana o 1 vez cada dos semanas en caso de que tengas piel sensible o seca. Elige aquellas que tengan agentes exfoliantes como el ácido glicólico o ingredientes menos irritantes que puedan “pulir” tu piel sin irritarla, como la arcilla, la sábila o el romero que contienen la mascarilla Terra 1: Revealing-Brightening Mask de Edena.
Su uso debe ser más espaciado, 1 vez cada dos semanas o incluso 1 vez al mes nada más. Estas mascarillas limpian profundamente la piel pero pueden ser irritantes para pieles sensibles o secas. Si lo prefieres, en su lugar puedes usar un jabón de limpieza profunda que limpie tus poros de impurezas con ingredientes naturales como el Jabón Corporal/Facial Miel Avena Leche de Hecho SMA.
Dependiendo del agente iluminador y del resto de ingredientes que tenga su fórmula, puedes usarlas 1 vez a la semana y con eso debería ser suficiente para obtener un buen resultado. Echa un vistazo a la Gold Mask de For All Folks, elaborada con arcilla, oro, ácido hialurónico y caléndula, para estimular la regeneración celular, desintoxicar tu piel y devolverle su brillo natural al mismo tiempo.
Úsalas 1 vez por semana para obtener los mejores resultados. Busca que tengan ingredientes antiedad como el ácido hialurónico, las algas marinas, el colágeno o la Rosa de Damasco, que sirven para suavizar líneas de expresión, como por ejemplo la Mascarilla Peel Off Rosa Damasco de Balmoria.
Se recomienda utilizarlas 1 vez a la semana. Estas mascarillas, además de limpiar a profundidad, desintoxican, depuran y eliminan toxinas de forma suave y sin irritar. Busca las que tengan ingredientes calmantes y nutritivos, lo más naturales posible, para asegurarte de que tu piel se repare y que desaparezca cualquier enrojecimiento o irritación. Prueba la Mascarilla Peel Off Frutos Rojos de Balmoria, que regenera la piel mientras la limpia a profundidad, la hidrata y le aporta suavidad y tonicidad.
Sí funcionan, aunque no lo hacen de la noche a la mañana. La clave está en incluirlas como un paso más de tu rutina de skincare y ser constante. De hecho, cierto tipo de mascarillas faciales ayudan mucho si tu piel tiene afecciones como el acné o el brillo natural, y son clave en los tratamientos antiedad. Piensa, incluso, en las mascarillas como una buena alternativa a otros tratamientos faciales que podrían resultar costosos; siempre y cuando no sean de grado médico.
Saber qué tipo de mascarilla facial debes usar depende de dos cosas principalmente:
Si aún no has identificado claramente cuál es tu tipo de piel, ¡toma nuestro Skin Quiz para obtener recomendaciones personalizadas para tu rutina de skincare!
Antes de aplicar cualquier mascarilla sobre tu cara, asegúrate de que sea la adecuada para tu tipo de piel y que contenga los ingredientes necesarios para lograr el efecto que estás buscando.
¿Ya lo has hecho? Bien, entonces lo siguiente es seguir las instrucciones, que, de forma general, se centrarán en estos pasos:
Determinar el orden correcto para aplicar una mascarilla facial en tu rutina de cuidado de la piel depende del tipo de mascarilla. Las mascarillas hidratantes e iluminadoras deben usarse después de la limpieza y el tónico (pasos que preparan la piel para absorber mejor los ingredientes) y antes de la crema facial o el aceite facial (pasos que retienen la humedad). Las mascarillas faciales exfoliantes y de limpieza profunda deben usarse después de la limpieza y antes de tu suero o crema facial.
Lo que sí es cierto es que si eres constante obtendrás resultados espectaculares y tu piel te lo agradecerá muchísimo.
Usar una mascarilla facial por la mañana o por la noche depende del tipo de mascarilla facial y los ingredientes activos que tenga. Por ejemplo, una mascarilla facial sin enjuague y de textura rica debe usarse durante la noche para permitir la máxima absorción en la piel.
Las sheet masks hidratantes y las mascarillas en polvo pueden utilizarse tanto por la mañana como por la noche, mientras que las mascarillas faciales exfoliantes o iluminadoras en consistencia peel-off y arcilla deben usarse durante la noche y siempre seguidas de protector solar al día siguiente. Recuerda siempre leer y seguir las instrucciones. También hay mascarillas que aportan luminosidad e hidratación instantánea y pueden ser tus mejores aliadas para darle a tu cara un boost de brillo antes de cualquier evento u ocasión especial.
Evita usar las mascarillas de limón, miel o fresa, cualquiera que sea con ingredientes caseros. Pueden causarte irritación, alergias o dermatitis de contacto y dañar la barrera natural de tu piel. Siempre será mejor confiar en los productos que han sido creados con una fórmula bien diseñada hecha por expertos, con ingredientes naturales y botánicos, que están probados meticulosamente y con instrucciones claras para su uso.
Las mascarillas faciales son un gran plus para cualquier rutina de skincare y, además, son geniales para los self care Sundays o cuando quieras darle a tu piel ese extra glow. Sin embargo, exagerar con su uso puede tener el efecto contrario, así que asegúrate de seguir las instrucciones y las recomendaciones del fabricante en cuanto a la frecuencia con que debes usarlas.
Esto es muy importante, no te dejes llevar por la marca o por los ingredientes que veas en la imagen del empaque. Revisa con cuidado la lista completa de ingredientes y lee toda la información que tenga para saber si es compatible con tu tipo de piel. Por ejemplo, no elijas una mascarilla en crema que tenga un ácido fuerte si tu piel es sensible, intolerante o reacciona fácilmente a ciertos ingredientes.
Si una mascarilla llega a causarte irritación, brotes de acné o cualquier otra reacción que no sea normal, deja de usarla de inmediato. Si ves que la reacción es fuerte o te incomoda demasiado, consulta lo antes posible a un especialista para saber qué debes hacer o, si es necesario, recibir tratamiento médico.
Si aún no lo haces, ¿qué esperas? Pon en práctica cuanto antes toda la información que te acabamos de compartir, incluye las mascarillas faciales en tu rutina de skincare y verás que ese tiempo que dedicas a cuidarte será mucho más relajante y tu piel lo agradecerá muchísimo. Con el paso de los días, poco a poco notarás un extra glow en tu cara cuando te veas al espejo.
Así que, la próxima vez que estés en una tienda y no sepas qué elegir entre la gran variedad de mascarillas faciales, recuerda lo siguiente: la única regla es fijarte en los ingredientes y asegurarte de que sean los que tu tipo de piel necesita.