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Antes de iniciar el día o al finalizarlo y prepararte para descansar, no hay nada que se sienta tan bien en tu cara como un limpiador facial. Por la mañana te ayudará a despertar mejor y a dejar el rostro listo para recibir el resto de tus productos de skincare; y, por la noche, eliminará toda la suciedad, el sudor y el maquillaje del día para dejar que tu piel respire, se repare y se renueve.
Jabón facial en gel, barra, aceite o crema; y así la lista de las distintas presentaciones en las que puedes encontrar un limpiador facial puede seguir creciendo, pero ¿cuál es la mejor para ti? Si no sabes, no te preocupes, aquí te explicamos cuáles son los diferentes tipos que hay y cuáles sus beneficios, así podrás elegir el que sea mejor para ti.
Conocer las diferencias que hay entre todos los limipiadores faciales y elegir la opción correcta para ti es muy importante porque si no usas los productos adecuados, no estarás limpiando bien tu piel y tendrás problemas como irritación y enrojecimiento, acné, puntos negros, entre otros.
Por ejemplo, un producto para limpiar la piel grasa no funcionará igual para una piel mixta o una sensible. Si la piel de tu cara es sensible y la limpias con un jabón en barra con carbón activado o con café podría irritarse. En cambio, si tienes piel grasa y la limpias con un jabón exfoliante puedes lastimarla y si lo haces con un aceite pesado, puedes obstruir aún más tus poros.
Elegir el producto adecuado para ti es tan importante como la limpieza facial en sí misma. Dependiendo de los ingredientes que contenga, un limpiador facial puede servirte para hidratar, limpiar a fondo, dar brillo o exfoliar, entre otras propiedades.
Aunque puede sonar raro lavarte la cara con aceite, este tipo de limpiador es muy suave con el rostro y ayuda muchísimo a eliminar cualquier suciedad que pudiera obstruir los poros sin resecar la piel.
Aplícalo sobre la piel seca, dando un suave masaje por todo tu rostro por 30 segundos a 1 minuto y después enjuaga con abundante agua tibia.
Entre los limpiadores faciales, el agua micelar es muy popular como una forma fresca para desmaquillar y limpiar la piel. El secreto de este producto está en las “micelas”, moléculas de aceite suspendidas en agua que atraen la suciedad y el maquillaje para eliminarlos del rostro.
Usando un pad de algodón, aplica el agua micelar sobre tu cara dando toquecitos leves y haciendo movimientos circulares para ir limpiando y eliminando todas las impurezas.
Los limpiadores faciales en crema contienen una gran cantidad de ingredientes humectantes que le dan a la piel un boost de hidratación mientras la limpian a profundidad, dejándola lista para recibir otros productos.
Dale un masaje suave a todo tu rostro y cuello, con ligeros movimientos circulares usando las yemas de los dedos durante aproximadamente 30 segundos. Al finalizar, enjuaga con abundante agua tibia.
Su consistencia es liviana y clara, por lo que funciona muy bien para limpiar el exceso de grasa en la piel. A pesar de que no necesariamente genera espuma, este tipo de limpiador facial hace una limpieza profunda y destapa los poros para mantener a raya el acné.
Aplícalo sobre la piel ligeramente humedecida dando un masaje suave por toda tu cara, asegurándote de cubrir muy bien toda la zona T y evitar el contorno de los ojos. Al finalizar, enjuaga con agua templada.
El jabón en barra es una maravillosa opción si estás buscando hidratación natural en productos de belleza que puedan ser naturales o artesanales. Este tipo de limpiadores faciales son una opción clásica y práctica que, a diferencia de los jabones corporales, contienen ingredientes más específicos para la piel de la cara, que es más delicada que la del cuerpo.
Humedece tu piel, haz un poco de espuma entre tus manos con el jabón en barra y aplícala sobre tu piel cubriendo toda la cara. Masajea un poco y después enjuaga con abundante agua tibia.
Descubre todos los limpiadores faciales
Si después de leer este artículo te diste cuenta de que has estado usando un limpiador facial inadecuado, corrige tu error cuanto antes.La próxima vez asegúrate de estar comprando el producto adecuado para tu tipo de piel y revisa bien la etiqueta para asegurarte de que tiene los ingredientes que le ayudarán a tu piel a mantenerse brillante y saludable.
